Te has preguntado alguna vez, ¿por qué tienes los amigos que tienes? ¿las relaciones que construyes? o tal vez, ¿cómo reaccionas en diferentes situaciones?
Si eres de esas personas que tiene miedo al apego porque le cuesta desprenderse de las personas o los sentimientos y a veces te cuestionas el por qué este artículo es para ti.
La manera en que nos vinculamos emocionalmente con los demás define gran parte de nuestra personalidad. Preguntarte quizás, la razón por la cual sientes que no fluyen tus relaciones resulta de un entendimiento del apego como elemento que influye en la forma como interactuamos a través de nuestra vida.
¿Qué es el apego?
Se trata de un tipo de relación afectiva de gran importancia para nosotros que surge desde la infancia con nuestros padres, familiares o cuidadores principales. El apego es la forma propia, subjetiva, que tiene cada persona al vincularse y manifestar ciertas emociones, este opera durante toda la vida del ser humano.
Según John Bowlby (1998), uno de los pioneros de la teoría del apego este “es una forma de conceptualizar la propensión de los seres humanos a formar vínculos afectivos fuertes con los demás y de extender las diversas maneras de expresar emociones de angustia, depresión, enfado cuando son abandonados o viven una separación o pérdida”.
Paradójicamente los seres humanos nacemos necesitando a alguien que garantice nuestra salud física y emocional, desarrollando un tipo de apego producto del vínculo y relacionamiento con nuestros primeros protectores, sin embargo, nuestra adultez requiere reemplazar la expresión de “te necesito” por “te elijo” para que las elecciones sean tuyas, entendiendo que nadie es indispensable para tu felicidad.
Reconoce tu tipo de apego:
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Apego seguro
El primer estilo de apego es considerado como el más sano. Este se puede evidenciar en las relaciones de las personas que son seguras de sí mismas, que presentan una libertad en las relaciones, respeto por las diferencias y confianza en el otro. Se caracteriza por la capacidad desarrollada de expresarte y conectarte con los otros, tener un buen tramite de emociones, es decir una sana gestión emocional.
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Apego inseguro o ansioso
Se caracteriza por una constante necesidad de ser querido, amado, tenido en cuenta, pero con un elemento clave: la ansiedad e inseguridad consigo mismo y el otro. Hay un constante temor al abandono. Una característica en las relaciones de las personas con este estilo de apego es el “dar de más” en las relaciones, tratando de controlar los posibles motivos de desamparo por parte de otro.
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Apego evitativo
Las personas evitan, como su nombre lo dice, el desarrollar o entablar nuevas relaciones. Una característica de este estilo de apego es el aislamiento, el cual opera a favor del miedo. Por lo general son personas sin mucha conexión emocional, ya que sienten temor y angustia a experimentar nuevamente una decepción o un abandono. Es la típica persona que dice no depender de nadie.
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Apego desorganizado
El último en la lista es un tipo de apego que no permite conectarse con los demás ni consigo mismo, no hay una consistencia en el relacionarse. Las personas sienten que no encajan. Es común en este estilo encontrar la agresión como un mecanismo que opera en modo de defensa. No hay un tramite emocional y es difícil que identifiquen sus emociones y logren gestionarlas.
Es importante entender que el que hayas aprendido a relacionarte a partir de un estilo u otro no fue tu decisión y mucho menos una consciente.
Este mecanismo aparece a temprana edad y aprender a identificarlo es el primer paso para gestionarlo de una manera más saludable.
Pensar(se)
Parte de la vida y la gran mayoría de personas viven sin percatarse de que hay algo que no funciona de manera correcta o idónea. Y esto no es a modo de juicio, es por el contrario un llamado a pensarse para aprender a controlar el miedo al apego.
Para esto se requiere un trabajo consiente que parte de un análisis: identificar tus relaciones, qué tipo de personas te rodean y a quiénes buscas para vincularte.
Durante esta etapa te recomendamos que busques el apoyo de un profesional porque puede facilitarte el análisis de algo que haces de manera inconsciente.
En busca del desapego
Cuando hablamos de relaciones es casi imposible desde la psicología no pensar en el papel y la función que cumple el apego. Desde mi experiencia puedo decirte que, si es posible lograr desarrollar nuevos estilos de relacionarte, pero requerirá un alto grado de compromiso, reflexión, introspección y decisión personal.
Un correcto acompañamiento facilita enormemente en cumplimiento de esta transformación, logrando abordar, identificar y crear en compañía estrategias para desarrollar un estilo de relacionarte diferente y evitar el miedo al apego.
Si identificaste tu estilo de apego y quisiera recibir una asesoría para generar y entablar relaciones positivas y sanas, recuerda que puedes agendar una cita con nosotros, en Psicomente estamos disponibles para ayudarte.
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