Nos han hecho pensar que ir a terapia es doloroso, que no sirve, que es para los débiles, los locos. Nos han hecho creer que el psicólogo es para aquel que esta postrado en un hospital, medicado para poder controlarse y se encuentra más en otro mundo que en este. Cuesta ir a terapia porque como sociedad nos hemos dejado dominar por dudas y paradigmas.

¿Acaso no son los “locos” aquellos que tienen un problema y no buscan solucionarlo? Aceptar que se necesita ayuda es una demostración de valentía, no de lo contrario. Por alguna razón, preferimos soportar el sufrimiento y esperar a que este pase sin darnos cuenta que aplazarlo lo hará más difícil después.

Preguntas (excusas) frecuentes:

Cuesta ir a terapia porque los que nunca han ido al psicólogo se quedan con la duda solo por temor a preguntar. Buscan refugio en “excusas” comunes que han escuchado antes sin darse cuenta que su argumento tiene menos sentido que la respuesta misma.

  • ¿Qué se supone que tengo que decir?

Lo que tengas que decir

  • ¿Qué van a pensar los demás?

Lo que vayan a pensar

  • ¿Y si de verdad tengo un problema?

Precisamente.

  • ¿No será mejor esperar a que pase?

Qué sentido tiene sufrir más tiempo.

  • Eso es para los que están locos

Ni me hagan hablar del tema…

Cuesta ir a terapia porque como sociedad juzgamos lo que no entendemos

Así pues, cada día hay miles de personas sufriendo en silencio, por miedo a ser juzgados – por el psicólogo o por los demás – sin darse cuenta que los jueces más duros son ellos mismos.

Los problemas de salud mental tienen la misma importancia o incluso más que los inconvenientes físicos. ¿Qué de malo hay en ir al odontólogo, oftalmólogo o médico general? No tiene misterio. Así mismo deberíamos normalizar el acudir a un psicólogo, un especialista en un área de la salud que te ayuda a cuidar la vida.

Normalicemos la terapia

Evitemos decir que cuesta ir a terapia, en realidad, cada vez es más normal, les aseguro que al menos una persona que conocen lo ha hecho antes y no anda por ahí con antenas de extraterrestre. Quizá el problema no es qué van a pensar los demás, sino qué vas a pensar tu. ¿Acaso juzgarías a alguien por necesitar ayuda?

No hay que tener un “gran” problema para pedir una consulta. No hay que tener la vida “hecha pedazos” para finalmente levantar la mano. No hay que estar mal para ir a terapia.

No espero que si te sientes bien acudas a consulta – hay casos, pocos, pero los hay donde se va a consulta a conocerse, explorarse – pero si espero, por lo menos, que cuando te sientas mal o en tu vida tengas una situación que no logras resolver le des la oportunidad a la terapia.

Después de todo, no hay nada que perder, en el peor de los casos – aunque no creo – todo seguirá igual, en el mejor por fin te sentirás bien.

A veces el primer paso es el más difícil, esa es la primera ayuda que podemos darte. Escríbenos!