Planeamos una y otra vez cómo presentaremos el proyecto. Repasamos dos y tres veces qué le diremos al director de tesis. Memorizamos, leemos, estudiamos y repasamos cinco, seis y diez veces. No salió como lo esperábamos; el resultado: la frustración, ¿cómo evitar que nos paralice?
Me enojo conmigo mismo, siento que no di todo de mí, el cerebro empieza a maquinar y se ve atacado por un sin fin de pensamientos, ideas distorsionadas de la realidad, sentimientos y emociones como la rabia, el estrés, la tristeza y el desconsuelo.
Pero, ¿qué es la frustración? ¿por qué se experimenta ? ¿puede controlarse? La respuesta a esta última: sí, es posible. Pero antes de profundizar en esta, responderé las dos preguntas anteriores.
La frustración
Seguro la has experimentado en algún momento de tu vida, y te ha hecho sentir incómodo, pasar un mal rato o incluso un mal momento de tu vida. La frustración se expresa mediante los sentimientos de rabia, agresividad, impotencia, enfado y decepción, esta aparece como el resultado de unas expectativas que no se cumplieron, afectando muchas veces nuestra autoestima. En otras palabras, surge cuando los resultados sobre algo no son los que se esperaban, los deseados o anhelados, sobretodo cuando antes hubo un periodo de planeación y expectativa.
Así pues, entendiendo que es y por qué se experimenta, podemos identificar formas para sobreponerla. Primero, es importante entender que la frustración está compuesta por dos elementos claves:
- Situación real (lo que paso)
- Experiencia emocional (lo que se vive o siente a partir de la situación real)
De esta forma, introducimos un elemento que será la clave en cuanto a la resolución del conflicto (frustración), la actitud. La actitud cumple un papel protagónico, ya que, dependiendo de esta, la frustración tendrá poder o no, impactando de manera positiva o negativa la forma en cómo se afronta la situación.
La frustración, ¿cómo evitar que nos paralice?
Revisando cómo tramitas las emociones y siendo consciente de la actitud con la que afrontas lo sucedido.
¿Así de fácil? Así de difícil. Parece obvio decirlo, algo confuso entenderlo, pero el verdadero reto es entrenarse en el manejo emocional, identificar cómo cada uno tramita las emociones y elegir de manera consciente con que actitud afrontara la situación problemática.
Aquí te dejo algunos tips que facilitarán la comprensión de lo anterior y te servirán de guía para actuar en un momento de frustración.
Consejos para el manejo de la frustración:
- Tómate tu tiempo: identifica qué sucedió y busca posibilidades y distintas alternativas para resolver el problema.
- Relájate: intenta desconectarte de la situación que genero la frustración y analízala desde otras perspectivas.
- Desconéctate de la frustración: aprende a “apagar” esa emoción. Puedes apoyarte en diferentes ejercicios de relajación, meditación y respiración.
- Tramita tus emociones: no permitas que las emociones del momento te controlen
- Revisa tus expectativas: muchas veces somos culpables de la frustración, ya que nos planteamos metas muy altas. Recuerda: la perfección no es real.
- Reconoce tu papel: evalúa que pudiste hacer diferente para la próxima ocasión sin enfrascarte en lo que ya no puedes cambiar
Así que, si eres de las personas que suele ponerse metas muy altas o sueles enaltecer tus expectativas, recuerda que estás en riesgo de pasar por un momento de frustración, para que esta no te paralice, no olvides estos seis consejos y recuerda que en Psicomente estamos para acompañar tu proceso.
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