La felicidad todos la andan buscando, porque al parecer en algún lugar la han escondido. Para quienes han salido a encontrarla en libros, programas, talleres y retiros, les tengo una noticia: la felicidad no se busca, se elige.

Creo que la felicidad no se encuentra mediante la búsqueda, la felicidad no es algo que está debajo de la cama, en el trabajo, en las compras, en una persona o algún ideal. Pero, ¿acaso no es eso lo que nos han enseñado?

El comercio, las redes sociales y cuantas creencias ha puesto la sociedad que aún se encuentran vigentes terminan siendo calles ciegas, con este blog queremos mostrarte un nuevo camino, invitándote a replantearte el concepto de felicidad.

Nos han mostrado la felicidad como un absoluto en donde no hay cabida a nada más. Se es feliz y punto. Pero, la realidad es que hace parte de la vida experimentar una ruptura amorosa, una pérdida de un ser querido, quedarse sin un empleo, perder dinero o no estar satisfecho por algo, sin embargo, vengo a decirte que es posible estar triste y ser feliz.

¿Cómo se elige ser feliz estando triste? Al igual que un deportista elige seguir jugando aún cuando va perdiendo. Y en la vida se pierde muchas veces. Así que la felicidad depende de ti, del grado de positivismo que le imprimes a la construcción de tu realidad, de la decisión de despertarte cada día con la convicción de que eres feliz.

La felicidad es mucho más que la alegría

mujer decidiendo ser feliz 

El problema es que solemos confundir la felicidad con la alegría, la equiparamos y son dos conceptos diferentes. Lo grave de este error es que nos impide ser felices, nos frustra y nos pone a merced de la búsqueda imposible de la felicidad que al final nos deja agotados.

Explicaré la alegría de manera práctica sin apoyarme en tecnicismos ni teorías para una mejor comprensión por parte de todos. La alegría es un estado de euforia, donde hay una sensación de placer instantánea, pero no es felicidad. La alegría es una emoción, y al igual que cualquier emoción tiene caducidad, es decir, acaba.

Podemos plasmar la alegría en momentos: cuando destapas un regalo en tu cumpleaños, cuando sonríes con una buena noticia, cuando disfrutas esa comida que te gusta; la sensación de cosquillas que recorren el cuerpo es alegría.

En cambio, le tranquilidad es el resultado de la felicidad, no es sonreír todo el tiempo, sin los percances que el azar de la vida supone, felicidad no es sentirse alegre día tras día, felicidad no es tener una vida perfecta.

Nos han pintado la felicidad, literalmente, como un rostro sonriente, pero esta no consiste en un estado absoluto de euforia y emociones positivas, sin relación alguna con el dolor, malestar, ansiedad, tristeza e incomodidad. Aceptar todas las emociones está bien.

¿Se puede ser feliz siempre? Sí

¿Se puede ser alegre siempre? No

La felicidad es una decisión, una elección.

persona eligiendo la felicidad

La felicidad no se busca, se elige. Es fácil decir todo esto, lo que no es tan fácil es “decidir ser feliz”.

El hecho de que la felicidad sea una elección, una decisión propia, hace que sea más difícil y como toda decisión puede cambiar, mantenerse en el tiempo o transformarse. Entonces la clave está en evitar ver la felicidad como algo absoluto, en dejar de invertir el tiempo en su búsqueda y dedicarlo en cambio a aprender a elegirla.

Yo elijo ser feliz aún cuando tengo dificultades en la empresa, yo elijo ser feliz aún cuando he experimentado la pérdida de un ser querido, yo elijo ser feliz aún cuando un proyecto no ha salido como esperaba, yo elijo ser feliz aún cuando las circunstancias no son las mejores.

Para finalizar quiero compartir con ustedes una pieza clave en este asunto de la felicidad y creo puede servir a quien se anime a tenerlo presente: busque en cada situación un aprendizaje, sea esta situación positiva o negativa, busque la forma de ver algo bueno, resaltar algo valioso de cada momento así este no sea el que quería, esperaba o deseaba.

Ver siempre lo positivo no quiere decir negar la realidad, pero recuerden que la realidad es una construcción personal, entender esto es aceptar que la felicidad no se busca, se elige. No es fácil, eso ya lo sé, pero es posible y eso me hace feliz.