Solo pero rodeado de gente

“Últimamente me he sentido sola. Estoy en mi casa con mis hijos y mi esposo, pero no sé, me siento sin nadie y me angustia…no debería sentirme de esa forma”. A mi consultorio llegan pacientes hablando de su sensación y percepción de soledad; también fuera de consulta, en cualquier conversación, escucho esta palabra, incluso en las redes sociales, cada vez más a menudo.

La soledad es un estado que seguramente todos conocemos, aún cuando estamos rodeados de gente a veces nos sentimos distantes. ¿Por qué pasa esto?

La soledad que se experimenta hoy en día no hace referencia a la cantidad de personas con las que un individuo convive diariamente, no es la ausencia de otro “físico” cercano, tampoco hace alusión a la falta de amigos, familia, conocidos, compañeros de trabajo, entre otros, sino más bien al sentimiento y a la percepción de no contar con “algo” o alguien incluso cuando está presente físicamente.

¿La soledad depende de la proximidad? Si y no…

No, si nos referimos a la distancia física entre las personas, a vivir con alguien o estar rodeado de personas.

Si, si nos referimos a la distancia en cuanto a percepción y experiencia subjetiva que tiene alguien frente a quienes lo rodean  incluso cuando no estén juntos.

La compañía normalmente se la atribuimos a las personas que se encuentran cerca – me refiero a la distancia física, a esos que están presentes a nuestro alrededor – pocas veces consideramos lo contrario.

Si pensamos que la soledad depende de la cercanía entonces por qué algunas veces, aun estando rodeados de gente, nos sentimos solos. ¿A qué se debe?

Se debe a la “distancia interior” que una persona percibe en relación a los otros. Esto quiere decir que la sensación de soledad si dependerá en parte a la proximidad; pero una proximidad mental, subjetiva más no física. Esta sensación corresponde a la vivencia de una experiencia subjetiva, que puede incluso ocurrir aun cuando se está con otras personas.

Este sentimiento no desaparece saliendo con amigos o visitando a un familiar, porque no es la falta física lo que nos haría sentir acompañados, sino la carencia del sentimiento de APOYO. La soledad está vinculada a sentimientos de incomprensión o inseguridad, y al sentirnos aislados nos angustiamos, cuando en realidad deberíamos aprender a gestionarlo.

¿Con quién cuento yo?  

Es una pregunta interesante que cada persona se plantea durante su vida, y en gran medida el resultado o la respuesta de esta pregunta promoverá o evitará el sentimiento de soledad.

Cuando te menciono esto, ¿piensas en alguien en particular? No importa si se te viene a la mente una o varias personas, no importa si la persona se encuentra precisamente contigo, o si vive fuera del país, no tiene que ser alguien a quien veas todos los días ni con quien hables constantemente. Pero ese alguien te recuerda todo el tiempo que no estás solo.

¿Cómo es que cuento con aquellos que ni veo ni hablo durante meses o años? ¿Cómo me hace “compañía” alguien que no está cerca? Pues justamente porque sientes su presencia, sabes que si extiendes la mano – literalmente o metafóricamente – esa persona va a estar ahí.

Si por el contrario te planteamos la pregunta y la respuesta actual es “con nadie”, aun cuando estamos rodeados de personas, de seres queridos, amigos y conocidos, vale la pena hacernos conscientes: ¿por qué existe esta sensación? ¿qué nos distancia de manera mental o subjetiva de aquellos que nos rodean?

Cuestionarnos y reflexionar o hacer un análisis sobre tus sentimientos de soledad, permitirá no solo identificar la razón por la cual experimentas este estado, sino también encontrar rutas, vías, alternativas o quizás herramientas para “manejar” el sentimiento de que estás solo, recortando ese “distanciamiento interior” que se experimenta frente a las relaciones y los otros.

No estás solo

Ahora bien, esto quizás pueda sonar un poco fácil, pero identificar o reconocer que nos sentimos solos sin aparente causa, suele tomar algún tiempo pues nadie quiere por lo general estar o sentirse de esta forma. También el reflexionar frente a esto y plantearse las preguntas necesarias para dar trámite a esta experiencia o vivencia de la soledad puede costar y despertar otros sentimientos quizás desagradables como tristeza, angustia, insatisfacción, entre otros.

Sin embargo, nosotros también estamos ahí para recordarte que no estás solo, que en Psicomente podemos ayudarte con estas situaciones, y experiencias que por lo general experimentamos todos a lo largo de nuestras vidas. Aquí podrás encontrar un profesional que te ayuda a plantearte las preguntas adecuadas para entender y a ver la soledad de otra manera para resolver esta y otras situaciones incomodas que son fuente de malestar en la vida. Si tienes dudas, escríbenos.