Muchas palabras se han puesto de moda, una de las más recientes: salud mental. Suena bonita, pero no se aplica tan seguido como se menciona. Hay que cuidarnos, no solo decir que nos cuidamos; hay que dedicarle tiempo a nuestro bienestar, no solo tenerlo en cuenta para publicar en redes sociales.

La “tendencia” del cuidado de la salud mental

Coincido en que hay que cuidarnos y nada mejor que “poner de moda” algo que debería ser lo común: el cuidado de la vida. Sin embargo, la forma cómo se utiliza esta palabra y las prácticas que comienzan atribuírsele en nombre del auto-cuidado se acercan más al tema de la apariencia que a la realidad.

En redes sociales luce como un cuerpo tonificado, un retiro espiritual, una noche de fiesta con amigos o un plato de comida “saludable”. De esta forma transfiguramos este concepto, lo alejamos de las personas, lo ubicamos en un lugar que no es accesible para todo el mundo – por diferentes factores – y lo etiquetamos como “un lujo o vanidad”.

Estas son solo prácticas que están han ido tomando protagonismo e inundan las redes, y no me malinterpreten, estas prácticas son prácticas saludables, pero solo son eso; no la totalidad de lo que en realidad compone la salud mental.

Pensemos en una persona que come saludable y practica deporte, pero su relación de pareja es tóxica, su relación con sus hijos es distante, carece de buenos hábitos del sueño y no logra conservar su trabajo ¿Cuida esta persona su salud mental? No.

Como seres humanos estamos “configurados” por diferentes esferas: familiar, social, personal, económica, espiritual, religiosa, sexual, el sueño, el ocio, entre otras. Cada una de esas esferas aportan al desarrollo personal, a la forma en cómo nos relacionamos y sentimos en el mundo, a la salud total.

No hay salud sin salud mental

Lo que muchas veces no logramos entender es que la salud es una totalidad, nos han hecho creer que está distribuida por partes -cuerpo, menta, alma, etc – y ¡No! Está distribuida de una sola manera, la única posible: salud mental. Esta abarca la totalidad de nosotros los seres humanos.

Entonces, si nos vemos afectados físicamente, inmediatamente nos veremos afectados mentalmente en cambio de humor, conducta, pensamientos, creencias, estados de ánimo, entre otros. Al igual que si nos vemos afectados mentalmente, el efecto puede ir inmediatamente desde lo físico generando algún dolor físico, enfermedad o variaciones en la conducta.

 Ahora, ¿más claro?

El cuidado de la vida

La salud mental no es lo que vemos en redes y no tiene que parecerse a eso. No es un lujo, es un derecho que todo deberíamos tener y propender por tenerlo. Salud mental no es comer ensalada, tampoco es practicar Yoga o realizar retiros espirituales. Tampoco es ir al gimnasio 2 horas cada día, tener menos porcentaje de grasa corporal ni leer el horóscopo.

Entonces, esto es una invitación a que analicemos todas las áreas que nos componen y nos preguntemos cómo estamos favoreciendo cada una de estas, qué estamos haciendo en pro de cada área, qué estamos haciendo por el cuidado de nuestra vida.

Recordemos que salud mental es una práctica aislada sino el conjunto de estas mismas que favorezcan e impacten la vida misma.

En Psicomente podemos ayudarte, así que si después de leer tienes dudas o notaste que en alguna esfera o aspecto de tu vida no estás del todo bien o quisieras mejorar, escríbenos.