A través del otro aprendemos sobre el amor, pero todos amamos de manera diferente.

Sobre el amor se escribe a diario. Se vive, se habla de él. Inspira canciones, cartas y poesías. Sin embargo, su definición es algo compleja ya que es una construcción personal y subjetiva, por eso, todos amamos de manera diferente. Comenzamos a construirla, elaborarla y transformarla a lo largo de nuestras vidas, desde niños hasta que envejecemos, a través del otro aprendemos a amar.

Si revisamos la literatura, la poesía, la religión, la ciencia o el arte, encontraremos diferentes posturas y creencias que evolucionan dependiendo de la época y el contexto social. Cada día el mundo cambia y a través de él nos hacemos una idea propia del amor.

Cuando hablamos de amor es normal pensar en una relación de pareja, ya que así aprendemos qué es, cómo se “ama” y a la vez, cómo no. Pero este sentimiento se manifiesta en muchos momentos y con diferentes personas, incluso hacia nosotros mismos. A veces es difícil entender por qué el otro lo expresa diferente, y ahí es cuando debemos recordar que cada uno lo define como lo ha aprendido, siempre de manera personal dado que el amor es una construcción.

¿En qué momento aprendimos que el amor es sufrimiento?

No estoy seguro de que haya o exista una forma correcta de amar, pero estoy convencido de que no se ama con gritos, golpes o maltrato. Hay quienes dicen “amar” y “por su bien” humillan a su pareja, hay quienes “aman” y “en nombre del amor” agreden físicamente a sus hijos, otros tantos dicen “amar” y no hacen nada.

¿En qué momento aprendimos que el amor es sufrimiento? Quizás son vías y formas equivocadas que se fueron construyendo desde pequeños sobre cómo se expresa el amor, mas no podemos llamarlo amor.

Golpear no es amar; quizá aprendiste de alguien que es normal que el amor duela, así te haces fuerte.

Humillar no es amar; quizá aprendiste a invalidar al otro para sentirte mejor contigo mismo.

Gritar no es amar; quizá aprendiste que si hablas más fuerte te van a escuchar mejor.

Obligar y celar no es amar; quizá aprendiste que al dominar al otro tienes todo bajo control.

 

El amor no te hace daño, te lastiman algunas formas en la que se expresa el amor. 

Mal o bien aprendiste a amar y aunque mi interés no es desacreditar tu definición, ni cambiar tu construcción, si quiero invitarte a pensar sobre esta idea del amor que has elaborado; cómo expresas el amor, cómo recibes de los otros amor, qué máscaras le has puesto a aquello que llamas amor. Porque todos amamos de manera diferente.

Si tus relaciones son un caos, sufres, piensas que el amor es difícil, no es para todos o simplemente sientes que nadie te ama, quizás el problema sea no del amor, sino más bien la relación que has entablado con él.

Cada uno nombra el amor como le ha visto la cara

Amar significa más que solo amor, incluye en su descripción el respeto, confianza, libertad y admiración por el otro. Amar significa aceptar a quienes te rodean sin tantas condiciones, sin demandar una forma específica de expresar el amor. Amar es aceptar la idea de que todos amamos de manera diferente.

Cuando comenzamos a reflexionar en torno a este concepto del que todos hablan, pero en el que casi nadie piensa, sin que sea un ideal romantizado, una fantasía de relación sin defectos, nos damos cuenta que quizás aprendimos vías que no son las adecuadas, las funcionales, las “correctas”.

Saquémonos de la cabeza esa idea de “historia de amor perfecto” que hemos visto en las redes sociales, las películas o la televisión, todos amamos de manera diferente y eso está bien. Sin embargo, si no somos reflexivos, podemos apropiarnos de una idea distorsionada de lo que es el amor.

Entonces, si bien no pretendo de-construir tu elaboración, si quiero que pienses en aquellas personas que amas, en aquellas cosas, objetos, pensamientos, actitudes, momentos y todo aquello que te hace verdaderamente feliz, y pienses cómo es tu relación con esto, cómo es tu forma de recibir y demostrar amor.

En Psicomente podemos ayudarte a repensar sobre el amor, como tener relaciones más sanas que impacten de manera positiva tu autoestima, tu confianza y que permitan tu desarrollo personal y social.